sábado, 25 de octubre de 2014

X, 17. Para abolir el tiempo

El blog sufre rachas —curiosa palabra, que ahora quiero creer hermana de razia— de inactividad. Suelen coincidir con la hiperactividad del bloguero en otros ámbitos, por otras nubes, en lares más o menos ajenos o alejados. Al regreso, como que ha crecido el cansancio y se ha perdido entrenamiento. Y en estas, una estudiante griega de hace unas promociones, Athiná, me escribe para que le envíe algún poema mío. Goza Athiná de esa exquisita intuición que brota de la peregrina mixtura de sensibilidad e inteligencia. Cómo no va a llamarse Atenea. ¿Y por qué supones que alguna vez compuse poesía?, le pregunto. Da lo mismo: lo sabe.

domingo, 5 de octubre de 2014

X, 16. Índices, 31-33 (julio-septiembre 2014)

En compañía de los caminantes que —asomándose desde múltiples y etéreas ventanas abiertas por 74 países[1]— visitaron 18400 veces este blog, recuerda aquí su autor las más recientes relecturas y reescrituras compartidas.